domingo, 13 de junio de 2010

Tiburones que se hacen 'invisibles' para cazar


Le conocen como el “cazador fantasma de los fiordos” y ha sido documentado como uno de lostiburones que utiliza un truco de luminiscencia para cazar en las profundidades. Este efecto visual, conocido como “contra-iluminación”, consiste en activar la luminiscencia de la parte inferior de su cuerpo, de forma que las potenciales presas no pueden distinguir su silueta sobre sus cabezas.

Como explican a Discovery News los biólogos de la Universidad de Louvain autores del estudio, este tipo de trucos son habituales entre las criaturas que habitan en la zona mesopelágica (de los 200 a los 1.000 m. de profundidad), pero es la primera vez que se realizan pruebas experimentales para estudiar la luminiscencia de los tiburones.

Existen al menos otras 50 especies de tiburones con luminiscencia, entre ellos el conocido como tiburón "cigarro" o "cortador de galletas", llamado así porque sus mordiscos dejan una marca redonda parecida a la quemadura de un cigarro o a la forma de una galleta. Estos animales, tan voraces que han causado problemas en los equipos de algunos submarinos y dejan sus huellas sobre el lomo de morsas y delfines, utilizan la luminiscencia de su abdomen no para pasar desapercibidos, sino para hacerse pasar por otro tipo de pez y pillar desaprevenidas a sus víctimas antes de asestarles un bocado.

Volviendo al "cazador fantasma" del estudio, su nombre científico es Etmopterus spinax, aunque también se le llama "tiburón linterna de tripa púrpura". Los miembros de esta especie viven en los fiordos noruegos y, a pesar del amenazador sobrenombre,raramente superan los 40 centímetros. El trabajo, publicado ahora en ‘The Journal of Experimental Marine Biology and Ecology’, asegura que estos tiburones son capaces de mimetizar la luz de la superficie y pasar desapercibidos para sus víctimas.

Para el estudio, el equipo capturó algunos ejemplares y midió meticulosamente su luminosidad. Nada más ser capturados, la mayoría de los ejemplares emitía una luminiscencia potente que duraba alrededor de una hora. Cuando los científicos cambiaban las condiciones de luminosidad, los tiburones también variaban la intensidad de su luz, lo que hace pensar a los investigadores que utilizan sus ojos, y una pequeña glándula del cerebro, para ajustar el sistema para hacerse “invisibles” a sus presas.

También son capaces de regular el nivel de luminosidad durante el apareamiento.

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